28 may 2013

Tom Harrell, delirio sonoro #jazz #Café Latino

De jazz

Tom Harrell Quintet

Café Latino: 26/05/2013

XVII Festival de Primavera 2013

José Paz


Hay conciertos grandes y conciertos memorables, el de Tom Harrell el pasado domingo en el Café Latino quedará para los anales del Festival de Primavera, como un tormento maravilloso melódico de casi dos horas alrededor de un pedazo de historia de la música de jazz. A Tom Harrell le persigue su leyenda, sus enfermedades, su “locura” por la música con la que quiso azotarnos para impedir que durmiéramos con la conciencia tranquila y las ideas claras. Después de verlo tocar, una cuestión no deja de intrigarme, ¿cómo se puede tocar así?

 Descansa en el tópico que en la música de jazz la trompeta es el rey de los instrumentos y sus portadores los líderes naturales, a TomHarrell nadie le discute liderazgos, él es un azote de creatividad en toda regla, compositor infatigable, uno de los trompetas más técnico y a la par ponderado que uno recuerda, y todo eso lo trasmite a su banda, una formación de una pieza, de las que todo es esencia, nada sobra, ni los solos perfectamente medidos y nunca para entretener al personal. Wayne Escoffery, lleva el peso de cadainterpretación, sostenida en el elegante piano de Danny Grissett, en el ritmo enérgico de Johnathan Blake, y un bajo de lo más presencial, puro nervio, Ugohna Okegwo. Tom Harrell, entra para engrandecer aún más el trabajo de la propia banda, que sin su presencia ya sería claro objeto de deseo. 
 Ritmos latinos alocados en el piano de Danny Grissett, en su primera entrega, “Otra”, para acelerarlos hasta la locura en una suerte de precipicio sin final; con Star Eyes, segunda de sus interpretaciones nos acercaba a la más pura esencia de Charlie Parker, uno de los pilares de la música de Farrell, en una de las canciones para lucimiento del saxo tenor de Escoffery, un portento de instrumentista que suena a jazz por todos sus poros y a la que Farrell le llena de notas con su trompeta de mil sabores en el que ninguna nota sobra con un fraseo digno de dioses, en pura locura sin final; con “Agua”, tercera de sus composiciones, nos adentramos por caminos más imprecisos si cabe, con momentos de una sonoridad endiablada, a lo Coltrane de negritud y nervio y otros de puro remanso, en los que al principio y al final y alguna que otra vez se nos recuerda la melodía; “Sound Damage”, una pieza intensa cargada de misterio e improvisación en la que se repiten los esquemas de ejecución con Grissett tocando el piano Fender; la quinta pieza fue un auténtico regalo, un dueto –Debussy– con el piano lleno de delicadas imágenes ; con “Nº5”, una de sus más logradas composiciones, el piano sonaba como si lo tocara el mismísimo Silver, el maestro puso final al concierto. A su regreso Farrell presentó a su banda, dio las gracias y nos regaló un bis, su única concesión a la fiesta; Milestones de Miles Davis.  https://www.youtube.com/watch?v=Fq9hSBgMbc8 Con el público entregado y en pie, Harrell y su banda abandonaron el local. Para la historia.


26 may 2013

Un mito entre las piernas #Iconos #Levi´s 501

Iconos
Imagen: Marlon Brando
Pantalón: Levi´s 501


Marlon Brando
  Pocas prendas han tenido tanto recorrido y tamaño predicamento como los Levi´s 501, y es que el afamado jean norteamericano ha formalizado una segunda piel en la figura de innumerables generaciones, al principio en los Estados Unidos, después como todos aquellos objetos de consumo de la cultura popular norteamericana, traspasados al resto del planeta.
Lo que en un principio era una prenda de trabajo, encargada a un sastre a petición de una dama que demandaba una prenda robusta para su marido, con remaches de metal en las esquinas de los bolsillos, costuras firmes y una tela resistente capaz de sortear el duro trabajo en la mina, con el correr de los años se convirtió en una pieza que no podía faltar en ningún armario.
Ahora que está de aniversario, se cumplen 140 años desde que la singular prenda ideada por Levi Strauss, judío de origen alemán emigrado a los Estados Unidos y Jacob Davis, sastre de origen letón se asociaron y patentaron el invento, para convertirse con el paso del tiempo en el icono más visible de la cultura popular norteamericana.
  Quién no se recuerda inmerso en una bañera y a remojo esperando que sobre aquella prenda cosida y cortada un par de tallas más grandes de lo necesario obrara el milagro. Una prenda a la moda incluso en aquella España que se abría al mundo y no deseo poner años pero sí anécdotas, la de un amigo vasco que tenía un tío pelotari de turné por Florida al que le solicitó unos Levi´s para lucir palmito, y así fue, con el error de que el bueno del tío le remitió unos de rodeo, con bordados y campanas que el bueno de mi amigo jamás se puso. Quien no recuerda a Steve Jobs anunciando su gloriosa manzana con suéter blanco y levi´s; a Madonna, a Marlon Brando repleto de testosterona; a Barack Obama, a la gloriosa Brigitte Bardot; Jack Kerouack; Kurt Cobain, Andy Warhol, Marilyn Monroe. La lista es infinita. Pocas prendas generalistas han perfilado y acomodado al cuerpo como esta. También es cierto que a pesar del éxito, la prenda a finales de los noventa tuvo su particular viacrucis, la competencia le hizo un daño certero y perdió mucho mercado. Lo que es innegable es que aún así guarda bríos y formas remozadas para conmemorar efemérides tan notables.

*Publicado en La Revista 26/05/2013

Plan B, Monti Castiñeiras #Moda #La Revista

De moda
Monti Castiñeiras, Santiago, actor


José Paz













Hay rostros que lo difuminan todo, incluso la verdad. A Monti Castiñeiras la vida le ha llevado de la verdad a la mentira de oficio, con perdón, a aventurarse entre meandros de la ficción, que no dejan de ser mentira, pero bien llevada, también imprevisible y con secuelas. El coruñés está acostumbrado a verse inmerso en montones de papeles que no son él, “nunca sería una mala persona”, aunque se le parecen, porque salen de su piel, él les aporta eso y algo más, el cuerpo.
Monti es un guapo que luce, y bien, un galán –como me apunta una compañera- galaico de mirada amable y apariencia tranquila, “por dentro soy otra cosa”, apunta, como advirtiendo que también hay tormentas, también tormentos, como en todos los humanos. La sesión toca en el Santiago amplificado, en las proximidades del Complejo Hospitalario, como llego antes a la cita le descubro a caballo de una “scooter” en un look de lo más urbano; algunos complementos quedarán ya para la sesión. Un buen actor tiene recursos para burlar cualquier pose, para inhibirse,  después de varios intentos, servidor interpreta que lo mejor es soltarlo, dejarlo despegar a su aire, dejando que luzca su particular fotogenia; no falla. Siempre hay que tener un plan b.

*Publicado en La Revista 26/05/2013

19 may 2013

Alma y Oficio #Moda #Saamira Ganay


De Moda

Saamira Ganay, actriz.













Saamira Ganay leva nos seus xenes melodías árabes e serenidade galaica que a fan especial. A súa mirada loce chea de intriga, toda ela dá corpo a unha muller con tempero, sincera e doce. Gusta do teatro desde nena, aínda que a cámara e as series lle fixeron velo oficio doutro xeito, urxente e dinámico, “a tele é inmediatez, apenas ensaios e a resolver rapidísimo”, pero sen perder o eixe. Gusta do seu oficio –como non podía ser doutro xeito-, tan só lle pide aos tempos que a respecten; porque o outro, co traballo, ven só. O traballo é o que “me dá todo, o que me aporta o que en realidade necesito”. Leva o teatro na pel, o veleno que lle inoculou un día ,aínda adolescente, nas paredes do centenario Instituto Otero Pedraio a admirada Begoña Muñoz.
A sesión toca en Ourense, a súa terra, aínda que resida en A Coruña desde fai bastantes anos. Cústalle, non é doado meterse neste papel estraño, nunha tesitura distinta, pero chegamos rápido a un amplo punto de entendemento. Para quen non gasta preguiza no corpo os límites sempre quedan atrás; e ademais locen.

*Publicado en La Revista 17/05/2013

La Venganza de los monstruos #Iconos #Diane Arbus


Iconos

Foto: Mujer con velo, 5ªAvenida, NYC, 1968.
Autor: Diane Arbus

Diane Arbus


 Diane arbus (Nueva York, 1923 - Nueva York, 1971) quiso ser guía de sus propios pasos, marcar el destino en su mirada, atisbar el horizonte en mundo extraño. Quizás para huir de su particular fortaleza de poder se desata en una exploración más propia de quien desea psicoanalizar los engranajes de la gran manzana. Su lucha fue la elaboración de un ideario personal, un catálogo de seres extraños que se fijaban en su Rolleiflex como a la comida las moscas en época de estío, con una gran diferencia, ella las perseguía implorando para sí un particular subidón de adrenalina, haciéndolos posar cargados de ingenuidad y ausentes de pudor, como si en el fondo lo que mostrasen fuera su particular dosis de agradecimiento.
  El camino de lo siniestro era capaz de emulárselo incluso a los seres privilegiados que como ella carecían de problemas materiales, su búsqueda de lo esperpéntico era fruto de su particular desorden, de su desazón, de una personalidad capaz de alimentar todos aquellos monstruos que encontraba, y que con seguridad eran bastante más felices que ella. Su mirada era limpia, directa, sin cortapisas y con un fabuloso relleno lumínico a golpe de flash que le dio la gloria y libro de estilo de gran predicamento.
  Su vida a lo largo de los años se ha llenado de leyenda, inclusive ha llegado a la pantalla; su actitud transgresora en pro de lo prohibido, su mirada morbosa que tanto excita la atención humana han llenado su biografía de asombro; su aparente lucha contra los límites impuestos le han aportado esa dosis de épica necesaria por el que transita el buen relato: transgresor y alejado de lo obvio. Diane Arbus se hechizaba ante lo esperpéntico (precursora de la sociedad del espectáculo que estaba por llegar),ante la perversión lineal que trenza lo cotidiano, guiándose de manera mayúscula en aquellos submundos carentes de glamour, con el mismo desapego de quien no teme a la muerte, de quien se supera ante la dignidad abyecta de todo fotografiado a quien suponen un monstruo, cuando lo único que intenta éste es resistirse ante la vida, igual que ella. Al menos hasta que su particular desequilibrio se la llevó de la mano; aunque muchos hayan visto en ello una particular venganza de los “monstruos”.

*Publicado en La Revista 19/05/2013

17 may 2013

El Acorde de media noche #Pat Martino #jazz

En Columna

Concierto: Pat Martino Trio

Lugar: Café Latino, 15/05/2013

José Paz


 Que Pat Martino es un virtuoso de su instrumento a la altura de Wes Montgomery, Charlie Christian o Tal Farlow, todos pilares fundamentales de la guitarra como aporte al jazz moderno, está claro, pero lo de este sin par artista es un paso más y decidido en el camino de la creatividad sin amarres, sin contemplaciones melódicas a través de lo obvio; lo suyo es pura improvisación y huida, la de los caminos trillados, muy alejado de los guitarristas empalagosos que se regodean en sí mismos. 
 Martes 14, Café Latino. Hora y media de concierto, durante casi una hora se limitó a tocar, sin decir palabra, piezas de su autoría, sentado sobre un taburete y pasando una a una las páginas de sus creaciones como quien custodia un tesoro, y a quien el resto de la banda seguía sin levantar la cabeza. Una sesión extraña, cuasi ceremonial la de seguir acompasando la calidez de las octavas deslizadas sobre la guitarra del maestro, de la que no se desprendía ni para ir al baño –nunca he visto tanto apego al instrumento- a las que tras trenzar esos primeros acordes que daban cuerpo a la pieza emergía de fondo el poderoso sonido Hammond –Pat Bianchi- sin osar enmascararlo, sí reforzarlo, darle cuerpo, hacerlo más poderoso si cabe, entrando en un diálogo cuasi sacro; a la celebración se sumaba, aunque siempre estaba presente, el batería Carmen Intorre, de lo más notable y distinto que servidor recuerda. 
 Entre el desglose de piezas de su creación, cargadas de swing y manejos a medio camino entre el jazz y el blues sin perder la melodía ni el aplomo, dejó para el final la archiconocida “Lazy bird”, se coló como estándar reconocido y anunciado “Round Midnight” de Thelonius Monk -en algún momento dio la impresión que le daba corte coger el micro, cuando lo hizo , al margen de agradecer su presencia, se mostró de lo más pausado y humilde-; otros sin anunciar, Little Child, de Wes Montgomery. Al rematar el concierto el público puesto en pie aplaudía a rabiar como en las grandes ocasiones, y el artista, emocionado, abrazaba de corazón a cada uno de los presentes. Algo más que un gesto, algo más que un concierto.

*Publicado en La Región 16/05/2013

12 may 2013

Gol en la Condomina #Moda #Óscar Martínez

De Moda
Óscar Martínez, 34 años, futbolista


José Paz









No hay como un delantero de verdad para enfrentarse al área enemiga. El balón en manos de estos adalides del gol sufre mucho menos, lo suyo acostumbran a ser goles con arte, algunos más que otros, pero en el fondo, la cuestión, si de lo que se trata es de que entre, que al menos lo haga con arte y filigrana. “Que disfruten en el campo”, toma consuelo, consejo de guerrero para con toda esa legión de seguidores que tiene el deporte del balón ¡qué fácil! Que se lo pregunten a todos los padres que siguen los desvelos de sus hijos más allá de cualquier lógica; soñar es necesario.
Óscar es tan familiar y amable que recoge la misiva de posar para La Revista con la misma naturalidad y aplomo que recoge la pelota al borde del área. No es de los que echan balones fuera, aunque alguno se despiste. En el escalafón final de una larga carrera de fondo -34 años- que le ha permitido reinar en muchos equipos que aspiraban a mejores glorias es el referente de verdad, el bueno, así lo cree servidor, para todos aquellos chavales que ven el fútbol como algo más que un juego. “Claro que aspiraba a reinar más alto, pero estoy satisfecho”, el ariete ourensano es un resorte de sinceridad, aunque es humano mirar al pasado con brotes de nostalgia.
La sesión, en el NH de Celso Emilio Ferreiro, de libro. Óscar con su particular look sport de futbolero, un maestro, también sin balón.

*Publicado en La Revista 12/05/2013

Vai de xigantes #Iconos#O xigante de Magarelos

Iconos


Foto: O xigante de Magarelos, 1935
Orixe: Raigame






  Hai historias que morren de pé, a do Monchiño de Magarelos é unha delas. A historia dos xigantes enchen o imaxinario e entrecrúzanse coas lendas, mais a de Ramón Fernández (1916-1944) nado e morto en Magarelos, parroquia de San Trocado, Allariz, foi verídica cen por cen. Servidor releuna grazas a Delfín Caseiro e ao seu esforzo de falar fai quince anos coas partes, un séguelle o fío como outros pescudan nas olas.
  Ao Monchiño paseárono polas feiras como pasean as feras ou aqueles seres estraños de posguerra cuxos ecos aínda reverberan ao lonxe, sempre anunciados como algo espectacular a ver baixo lona. Un lembra á muller barbuda, a muller serpe, araña e o que fixera falta pululando entre as outras atracción de festas. Ao Monchiño levárono polo país adiante despois de causar furor entre os seus na feira de Allariz, nas feiras da provincia, tamén na capital. Anunciábano como se facía con este tipo de seres “anómalos”, “Monchiño, o home máis grande do mundo”, pasando a relatar as outras cifras da curiosidade, o que almorza e bebe, e o que acontece co seu tempo diario. Non é difícil aventurar como sería a expectación nun mundo de posguerra no que a dezmada poboación non pasaba do metro setenta e cinco o feito de albiscar no horizonte a chegada dun mozo de camiñar torpe e bambeando, unha perna era máis grande ca outra, camiño da feira. “Aí ven o xigante” gritaban os nenos albiscando a novidade.
  O filón da chamada do xigante vírono ben cedo aqueles que se adicaban ao negocio do espectáculo, feirantes das singularidades e do circo, mais os números, tal como relata Delfín Caseiro, explotárono en sociedade familiar, il e un primo, Ricardo Pérez, que desde 1939 ao 1944, xiraron acompañados doutros familiares provistos dunha carpa da que o singular portento da natureza no saía nin para ver o sol durante os seis meses que duraban as xeiras. De abril ao outubro, xeiras que percorrían o norte de “cabo a rabo” facendo importantes caixas, a variedade do entretemento da época era máis ben curto. A empresa familiar foi tentada cara ás xeiras americanas, incluso aos delirios puxilistas co xigante Monchiño, quen, coma todos os que teñen a enfermidade do xigantismo, morren mozos. Os seus restos están enterrados no cemiterio familiar de San Trocado, os outros restos, na memoria colectiva.

*Publicado na Revista 12/05/2013

5 may 2013

Belleza identitaria #Moda #Carla Quintela

De moda
Carla Quintela, 27 años, modelo.



José Paz








Hay fisonomías que definen la personalidad, rasgos que de lejos delatan la marca. Es relativamente fácil encontrar a personas que, sin nexo de unión que los fundamente, incluso sin parecerse demasiado, se den un aire de semejanzas; también hay otras en las que su molde resulta único y singular, entre otras cosas porque la naturaleza les ha dado una marca poderosa e intransferible. La modelo Carla Quintela es una de ellas, sus rasgos “picassianos” –ojos grandes, cara ovalada, nariz angulada– azuzan al viento en una estela de poderío identitario, unos rasgos acentuados que a ciertas personas le aportan un elevado grado de sofisticación y elegancia natural. No es el clásico concepto de belleza, por eso resulta más llamativa. Moldea el espíritu en saberse diferente
Vive de la moda y para la moda, aunque la pasarela en sí, la de los desfiles, sea hoy –prioridades familiares y profesionales– un mero hobby que le hace sentir buenos momentos. A sus 27 años controla con perspectiva el oficio y la parafernalia. Desde su labor de modelo de prueba siente la moda de otra forma, desde que se gesta hasta que sale al mercado, una relación seguro que bien especial. Por eso posa con sentimiento, con la consciencia de que lo que tiene sobre su piel es más que mera indumentaria. La sesión va de todas estas cosas y algunas más.

*Publicado en La Revista 5/05/2013

Avida dollars y Franco #Iconos

Iconos

Imagen: Salvador Dalí y Andy Warhol




  Dalí se paseaba por el teatro de la vida como dueño del cotarro, lo era. Precursor del artista-promotor de sí mismo, que años más tarde reinventaría Wharhol, supo buscar en el arte y en la vida el modelo de triunfador, aunque fuera traicionando a los suyos.
  Lo relató Emilio Romero en su libro “Testigo de la historia”, Madrid, 11 de noviembre de 1951, el a María Guerrero lleno hasta la bandera, el organizador del acto, un joven profesor de nombre Manuel Fraga, el conferenciante, Dalí. Tras 45 minutos de espera sale al escenario, las ovaciones se mezclan con los silbidos, él a la espera, sentado, aguardando que rematara la tormenta. Hecho el silencio se puso en pie y pronunció sus conocidas palabras: “Picasso es español; yo también. Picasso es un genio; yo también. Picasso tendrá unos 72; yo unos 48 años. Picasso es conocido en todos los países del mundo; yo también. Picasso es comunista; yo tampoco.”
  Las simpatías con el régimen fueron constantes, incluso desde los primeros momentos del alzamiento en los que se posiciona de su lado, cuestión que no impide -7 de diciembre del 1936- su marcha a Nueva York donde expone en la galería Julien Levy el cuadro “Premonición de la guerra civil”. En 1948, regresa y se instala en Port Lligat. Franco, que también tenía dotes de pintor, admiraba al Dalí extravagante, divertido, pero sobre todo al artista internacionalmente reconocido que, en aquellos momentos de autarquía y cerrajón, suponían un salvoconducto. Dalí y el relato de sus excentricidades se colaban en el No-Do franquista con la misma facilidad que los pantanos. El de Figueres fue capaz de fagocitar el surrealismo y su esencia, dejando a Breton o Éluard a la intemperie -a éste le arrebató también a Gala- y salir indemne, siempre victorioso. Dalí luchaba cada día en pro de su genialidad como autor, como personaje, supo ver como pocos la idea del arte como mercancía, y él, su persona, como el objeto más valioso. Amaba el dinero y, a pesar de que su obra y todo lo que le rodeaba se convirtió en una gran factoría monetaria, era tacaño y mal pagador.
Tocó todos los palos, escultor, escenógrafo, performer; dominaba el medio televisivo, incluso trabajó de dibujante para la Disney. Su obra, su persona, no ha dejado de gozar del apoyo mercantil, ni del interés del público por su obra, inclusive la falseada.

*Publicado en La Revista 5/05/2013 

2 may 2013

Por Venir

En Columna

José Paz



Uno lo ve venir y piensa, se ha vuelto loco. En su afán por cuadrar cuentas, Mariano ha elevado un poco más el listón de la vida y la esperanza. Va decidido, con cargo a una credibilidad inexistente, a estirar los brazos y subir la pértiga de la vida. Que una década no es nada, no os dejéis engañar.
Mientras los más “próximos” se hacen el harakiri a fuerza de incompetencia y no hacer nada, el presi se apunta a alargar la mano y decirlo al viento sin sonrojarse; nadie espera a estas alturas, ni los suyos, una decisión de mayor calado que la conocida dosis de sufrimiento y flagelo. Alarga la mano para “dar credibilidad a los mercados”, que no a los ciudadanos, y se siente el estratega del momento. Todos le dicen que su política es errática, en “idiomas” diferentes, cada uno con sus motivaciones de fondo. Los grandes empresarios le piden que favorezca el crecimiento y que deje de ver “a sus empresas como salvadoras del déficit público”, como espetó el otro día el presidente Entrecanales, el de Acciona; los sindicatos, que ya no lo soportan más. Ningún país sensato se puede permitir perder casi un 20% de su tejido productivo, o que un 27% del personal esté ya de brazos caídos; él a lo suyo, a mirar a la próxima década, a olvidarse de paso, porque le dan en la chepa, de las reformas de la Administración y de las instituciones. Y pide “paciencia”. Más que paciencia, alguno pensará en un milagro. 
Él alza los brazos para anunciarnos que ya supera en pesimismo al agorero de Niño Becerra, que ya es decir. Uno no puede dejar de pensar en futuras medidas flagelo que vendrán; ni -un primero de mayo- en ese ejército de jóvenes –cuatro millones entre 16 y 24 años, sólo un 18% de ellos con trabajo– que se acercan a la vida laboral desde la desesperanza y el negativismo irrespirable. Alzar los brazos como lo hace Rajoy significa arrojarlos al limbo de la vida y la esperanza. Cuadrar las cuentas públicas sobre esta base significará una vez más prescindir de los más válidos, de aquellos que han tenido mayores posibilidades formativas. Se quedarán los otros, y los que cada año se incorporen al cóctel explosivo. Y él a lo suyo, paciencia.

*Publicado en el diario La Región 2/05/2012

Envolturas de silencio

E l invierno envuelve cada rama entrelazadas entre sí por el frío y la niebla que lo atrapa todo en un escenario de aventura. Todo es ...