14 ene 2016

Russ Meyer, y vienen curvas #Iconos

Iconos

Imagen: Tura Satana, en "Faster Pussycat", Kill! Kill!, 1965.
Autor: Russ Meyer.

Tura Satana, 1965


Russ Meyer (California, 1922-Los Ángeles, 2004) fue un tipo con las ideas claras, decidido, lo mismo se atrevió a filmar la Segunda Guerra Mundial a las órdenes del general Patton, que a fotografiar, armado de glamour, a las conejitas de Playboy del singular Hugh Hefner. En su filmografía, tuvieron mucho que ver sus obsesiones, las mujeres con grandes pechos; sus líneas biográficas, una madre dominadora y desquiciante, una hermana colgada de locura, o un padrastro calzonazos; incluso el padre biológico, un policía judío que los abandonó; el de policía es uno de los oficios más representados. 
José pazA Meyer no se le dio mal fotografiar modelos de Playboy, donde se topó con Anita Ekberg, o Eve Meyer, que se convertiría en su segunda mujer, también una hábil negociadora y productora de gran parte de sus películas. 
"The inmoral Mr Teas" (1959) sería el germen de lo que vendría después, sin pauta moral de fondo que justificara sus desnudos -las nudie-cuties de la época- lo suyo sería cachondeo y divertimento, a base de sketchs y regodeos eróticos como nunca antes se habían visto. De aquel marasmo iniciático se pasó a la sexploitation como género del que Meyer sería el padre, de allí saldría una gran saga fílmica que triunfaría a nivel comercial,  en la que él ejercería todo tipo de funciones, también la promoción acompañado de esa troupe de féminas rotundas.
Tras filmar "Lorna y Mudhoney", en 1966, títulos menores, se enfrenta a su gran momento, "Faster Pussycat, Kill! Kill!" (1965) pura locura con strippers en el desierto y su particular visión del juego. De todo el elenco, una mujer muy bella, todo mestizaje como Tura Satana -quien enamoraría al mismo Elvis- se apoderó de la pantalla; le acompañaba Haji, y la flamante Lori Williams. "Mondo Topless" (1966), "Common Law Cabin" (1967), "Vixen" (1968); y casi una treintena de películas para mentes calenturientas o fetichistas de una forma de hacer que se llenaría de fieles, John Waters, Brian de Palma o Tarantino.
  En su muerte, en 2004, nada tuvo que ver el sexo, que pudiera.
*Publicado en La Revista 14/01/2015


4 ene 2016

Elogio de la belleza

La Mirilla



“La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla”, que diría Hermann Hesse. En tiempos del yoismo enfermizo y del selfie atormentado parece difícil pronosticar otras verdades, encender otras luces que las propias, mirar a la vida y disfrutar; insistan.

*Publicado en el diario La Región 4/01/2015

Envolturas de silencio

E l invierno envuelve cada rama entrelazadas entre sí por el frío y la niebla que lo atrapa todo en un escenario de aventura. Todo es ...