Streptease a la catalana

En columna

José Paz

     La llamada del sexo nunca falla, suma más adeptos que la búsqueda de la piedra filosofal. El nudismo sobrevenido se extiende como la pólvora, aunque con más voluntad que acierto, por aquello de que en el arte del desvestir importa y mucho la mecánica además de la percha. Almanaques temporales de compasión cruzan las miradas aviesas faltas de calor conyugal a la espera de que el tiempo escampe. Dejes de la puñetera crisis o vaya usted a saber. Madres, azafatas de Ryanair, bomberos, futbolistas –nada que objetar a los chicos del Verín, macizos y prietos como debe- todos quieren dejar impronta de la naturaleza y posar en cueros para que la clientela de la causa los disponga a media altura, entre el fregadero y la cocina. Si no fuera por pudor y mal ejemplo, servidor tampoco se privaría de colgar vistosas estampitas. Colgaría por ejemplo aquella de Aznar que hablaba catalán en la intimidad y se quedaba tan ancho; pero los amoríos en la política y en la vida son de lo más finitos.

    En Cataluña el nudismo bien llevado ha existido siempre, al menos hasta que Pasqual Maragall en tiempos de la reforma del Estatut y de la proclamación de Mas como conseller en cap le levantó las enaguas a la todopoderosa CIU y mentó a la bicha del tres por ciento y todos se echaron las manos a las partes por si acaso. En campaña, de los políticos catalanes el único que posó desnudo fue el charnego Albert Rivera y se ve que lo suyo gasta tirón. Otro tirón, este el de la Diada, iluminó de veras a un Mas cansado de ser martillo pilón y cabeza de flagelo. Pero lo enseñó todo a la primera de cambio, al rey se le ha visto el culo, gritaba un niño, al rey le cuelga todo, gritaba más tarde el nacionalismo a coro. La descuidada pose de Mas en el arte del streptease entusiasmó sobremanera al resto de candidatos, incluida Sánchez Camacho, toda una revelación en el arte de cruzar las piernas.

*Publicado en La Región 28/11/2012

Otros acentos, Nerea Barros #Moda #La Revista

De Moda
Nerea Barros, 31 años, actriz


A la chica lo que le gusta es ir a su bola y se le nota, no sólo en el vestir, todo un lujazo para los tiempos del “me gusta” o el “yo te sigo”. ¡Cuánta fatiga inútil en el intento! Nerea Barros es actriz de teatro, teleseries, películas e incluso anuncios, muy sonado el de la primavera pasada para un conocido banco. Es actriz de teatro y se gana la vida de enfermera pediátrica, y cuando surge actúa, porque la lírica está bien cuando los tiempos muestran otra poética.
   Su apartamento santiagués, luminoso y bohemio como ella, es una sola pieza abierta que da pie a visionarlo todo en conjunto o por partes, cada rincón lleva su impronta, la muesca de una joven cargada de inquietudes y talento. La sesión resulta intensa, trabajada, de lo más colorista, exótica por momentos, me imagino que por los muchos acentos que se impone. Su melena corta, unos labios bien perfilados resaltan en un rostro de rasgos suaves que da muy bien en las tomas. Sabe señalar bien la dirección de la mirada, interpretar cada una de las poses. Un trabajo así es sencillo, cuestión de tiempo y dejarse llevar.

José Paz

*Publicado en La Revista 25/11/2012

Norris vs Martín, duelos de película #Iconos

Iconos
Imagen: Fernando Martín y Audie Norries, 1989

 Fernado Martín era ambicioso de casta, peleón al límite de esos que al salir de la cancha lo hacían con la piel hecha jirones. Jugador de baloncesto de altura, también un seductor, guapo de romper y chulapo, a quien las damas rendían, y con razón, pleitesía. El primero en cruzar el charco y fichar por un equipo de la NBA cuando todo aquello sonaba a planeta extraño y aunque su periplo con los Portland de Oregón no fue lo que se puede decir glorioso, apenas tuvo minutos y allí los pívots brindaban puerta a la primera de cambio, nunca se podrá argumentar que le faltó arrojo. Aquí su amor era el Madrid, a quien llenó en su segunda etapa de tardes imposibles al enfrentarse al Barça, el eterno rival. El madrileño tuvo la suerte de formar junto con Romay, Epi, Corbalán y Solozabal parte de aquel equipo mítico del 84 que se llevó de los Ángeles una medalla con sabor a oro, al perder en la final contra unos universitarios inabordables de la mano de un barbilampiño Michael Jordan, un año antes fue plata en el europeo.

Fernando Martín, 1986

  A su regreso tras el periplo americano, temporada del 86/87 con 146 minutos, 22 puntos y 28 rebotes, qué lejos de los 15.000 que conmemoraba esta semana ese pívot de gloria llamado Pau Gasol, nadie olvidará los enfrentamientos con Audie Norries. Lo de estos dos superaba con creces lo exigible, con continuos empellones y retos físicos que sucumbían al borde de la zona, los árbitros, sabedores de su legalidad en el juego, dejaban seguir a espera de la resolución natural. Audie era superior, más técnico y con más peso, pero Fernando lo superaba en pundonor, eterno argumento patrio. Audie por aquellas estaba en permanente estado de gracia, con la ventaja de su gran técnica y aplomo en la cancha, pero los duelos resultaban vibrantes, competitivos a ultranza, al estilo de los gladiadores de antiguo. Ambos se respetaban al máximo, y además fuera de cancha se valoraban los retos.

Fernando Martín y Audie Norries, 1989

  La historia de Fernando finaliza un desgraciado domingo a pie de la M-30 al volar tras saltar la mediana con su flamante Lancia Tema de color rojo. La velocidad fuera de la cancha era su otra gran pasión por vivir la vida más deprisa, aquella tarde su coche derrapó al incorporarse procedente de la N-II a la M-30, él, en el viaje definitivo,  se rompió la crisma, el conductor contrario también, y los españoles perdieron un sueño. Audie Norries, su eterno rival se echó a llorar al conocer la noticia.

*Publicado en La Revista 25/11/2012

¡Y que viva Rusia!

En Columna

José Paz

Ser ciudadano del mundo quizá no pase de ser una quimera, la de aquel que huye de patria y desea visionar el cosmos. La ciudadanía es una fatiga mental eterna para aquellos que no disponen de ella y la realidad se les vuelve mueca al tratar de navegar más allá del estrecho maldito. Europa, España ya no es el dorado aunque todo depende con qué o quién hagas comparanza. Desde la época de los fenicios y los cartagineses la vieja piel de toro siempre ha sido un crisol de culturas aunque fuera a base de palos, conquistas incluso Reconquista para largar las ansias invasoras. Un toma y daca que remató en fracaso y en ruina por sufragar el fervor expansionista allá por el reinado de Felipe II; los borbones llegarían más tarde. Ahora los tiempos se marcan de otra forma. Zapatero el despilfarrador, tal vez guiado por el deseo de poner en práctica su recién estrenada Educación para la Ciudadanía, sufragó el anhelo patriótico a cerca de un millón de ciudadanos del mundo que vagaban en suelo ajeno; craso error aquel de apabullar con mano de obra errante el flujo de ladrillos y paleta al viento en lo que se había mudado el antiguo imperio. Tiempos de la burbuja de la casa vacía, del boom como onomatopeya de un destino que habría de crujirnos vivos. Tiempos de mudanza para los bancos, que pasaron de mezquinos a trileros hasta volverse malos de la muerte, y para los desahucios, antesala de la nada y la plegaria. Hay quien ve en la crisis la solución a todos los males. La crisis del sistema capitalista es enarbolada ahora con ansia por chinos y rusos –aún con carnet del partido comunista en el bolsillo- carentes del cariño democrático de esas dos moles. Ser ciudadano español tiene ahora nuevos horizontes. Por 160 000 euros patrióticos además del tradicional sol y playa se garantiza residencia en país amable y un sistema que promete no mirar, o simplemente mirar para otro lado.

*Publicado en La Región 22/11/2012

Historias de cine, Manuel Lozano. #Moda

De Moda

Manuel Lozano, Santiago de Compostela, 22 años actor

José Paz

“¡Cómo has cambiado!” Irresistible no sucumbir a la tentación de comparar al Manuel Lozano de hoy con Moncho, el niño que le sirvió de guía a José Luis Cuerda para contarnos una historia tan emotiva y bien trenzada como la de “La lengua de las mariposas”. “El tiempo pasa”, responde con resignada simpatía un joven estudiante de arquitectura a quien el destino sin buscarlo le ha regalado algunas historias que muchos hubieran deseado para sí. Tres películas con Garci –“Tiovivo”, “Historia de un beso” y “You´re the one”; “La lengua de las mariposas” con Cuerda, por citar alguna de ellas, más sorprendente si cabe por el hecho de hablar de un autodidacta que nunca se marcó semejante tarea. Pero seguro que tampoco ha de olvidar el momento en el que el bonachón de Cuerda se aproximó al colegio La Salle de Santiago con el propósito de reclutar a un niño moreno y vivo, capaz de seguirle el paso al eterno cabreado de Fernán Gómez; aunque don Gregorio, en aquella ocasión se mostró dulce y humano como nunca.

Desde esa atalaya que es la Facultad de Arquitectura de A Coruña, contemplamos al fondo la gran urbe que se presenta tan imponente como insaciable, con ganas de acapararlo todo y creo que es más que una impresión. El campus se muestra otoñal en una tarde soleada y cálida como pocas quedan a estas alturas. Desglosamos escenarios que le den marco a este futuro arquitecto, que además de sencillo y amable, seguro un día también tirará de escuadra y cartabón con el horizonte coruñés de fondo. Muy expresivo en la mirada con una barba escueta de días, propia de esos estudiantes que se centran en el cultivo intelectual y se olvidan de lo otro, “había pensado en afeitarme, pero ya sabes cómo es la vida de estudiante”. Nos sale una sesión de campus, con un alumno muy especial y él lo sabe, en lo académico todos buscan un refugio necesario para trenzar el horizonte del destino, en su caso, además con un pedazo de historia del cine a su espalda, y otra por contar. 

*Publicado en La Revista 18/11/2012

La reina de las pin-ups, Bettie Page #Iconos

Iconos

Imagen: Bettie Page

Autor: Irving Klaw

                                     Irving Klaw

    No fue sólo belleza, además irradiaba erotismo por todos sus poros. Cada vez que Bettie Page (Nashville, Tennessee, 1923 - Los Ángeles, 2008) cimbreaba sus caderas ante la cámara era como si el tiempo se detuviera, sus gloriosas curvas que avanzaban sensuales como las olas del mar, recatada y atrevida a partes iguales; el hipnotismo de sus ojos grandiosos y su mirada felina se apoderaban de todo.

Es difícil imaginar cómo una joven provinciana y religiosa pudo llegar a convertirse en la reina de las pin-ups, en un momento en el que lo pretecnológico se imponía a cualquier otra sofisticación de atrezo o vestuario. Su reinado fue más longevo que el de la mayoría de las pin-ups, que desaparecían tras la temporada. Además Bettie, modelo y estudiante de teatro, buscó también un acomodo que no encontró en la industria del cine, entre otros motivos porque los productores buscaban algo más que su talento.

En los cincuenta su imagen fue utilizada en todo tipo de publicaciones, básicamente revistas masculinas y postales “bondage”, el arte japonés de las ataduras eróticas, realizadas en su mayoría para clientes específicos. Miles y miles de imágenes con un destino variado decoraron los hogares y armarios de infinidad de norteamericanos. El icono de Bettie Page que ha ido medrando con los años, argumento que ella no supo o no pudo aprovecharse en vida, pasándolo mal –en los setenta le diagnosticaron esquizofrenia-, viviendo en la precariedad, y todo ello a pesar de los revivals surgidos a partir de los años ochenta. Dos fotógrafos cincelaron su imagen eterna, Irving Klaw fue quien proyecto la opción más fetichista con fotos y películas de ambiente sado y ataduras, antesala de lo que estaba por llegar a la industria del porno, pero que en aquellos momentos resultaban casi virginales, ni un mínimo desnudo –cuando ella acostumbraba a hacerlo-; una opinión no compartida por las autoridades, la muerte de un joven por tras una sesión de bondage casero inspirado en la artista provocó la intervención del Senado norteamericano quien citó a todos los implicados bajo la acusación de pornografía y una supuesta conexión con la delincuencia juvenil. La modelo no llegó a declarar pero abandonó la vida pública y el negocio de Klaw se fue al traste. Las fotos de Bunny Yeager, de un corte mucho más sensual y erótico consiguieron para Bettie algunas de las sesiones más celebradas entre las que destaca una de la chica desnuda y arrodillada con un gorro de Santa Claus al pie del árbol que fue portada de Playboy y que le abrió las puertas de la casa.

Bettie, que ha inspirado a muchas generaciones de artistas –Madonna, Dita Von Teese…- abandonó la vida pública en 1957, se casó tres veces y se refugió en la religión sin arrepentirse de nada, faltaría más.

*Publicado en La Revista 18/11/2012

Mar de fondo y marejada

En columna

José Paz

La política y la realidad son líneas paralelas que divergen en los extremos y no por un efecto óptico. A Ana Botella la tragedia del Madrid Arena le pilló en mal momento, sin avisar, y con el pie cambiado mirando a Lisboa, posición bien incómoda. Tampoco sus posteriores declaraciones de eterna colegial ayudaron. Salvando las distancias –diez años- los desvelos en la lejanía de la alcaldesa rememoran viejos ecos del Prestige que también pilló a todo un Gobierno en fin de semana de grandes asuetos.

Me viene a la cabeza el semblante de un alcalde alto e hidalgo que para justificar su suculento sueldo prometía que estaría disponible las 24 horas de los 365 días del año, luego se le vio lo justo aunque sus affaires no dejaran huella menor que la del petrolero. Ana Botella, fruto de la investigación interna, de la imputación judicial o de las plegarias a la Virgen de la Almudena, contempla desde el balcón del consistorio  la marcha de Pedro Calvo, ponferradino y brabucón, responsable de la cosa. Ahora sí que siente agobio y no cuando desesperaba de pensamiento.

El juicio del Prestige nos ayuda a rememorar la efeméride y a evidenciar que la justicia se toma su tiempo. Rajoy es hoy presidente de Gobierno, entre otras cosas por los desvelos vividos, gratitud por la que Aznar le abrió línea sucesoria; el capitán, Mangouras es  un venerable anciano; y de los responsables políticos que andaban desparramados a pie de sierra y montería tan sólo sabemos que se sienta en el banquillo un tal López Sors, quien no pegó ningún tiro ni llenó la hemeroteca de sandeces, aunque decidió que el barco de mierda lo mejor era verlo a lo lejos. Y eso hizo.

*Publicado en La Región 15/11/2012

El tiempo circular #Breverías

Breverías

   Dios se imaginó el mundo, a su imagen y semejanza. Consciente de que surgirían problemas pensó que lo de pelota pudiera ser una solución…    

José Paz

Tocado por la seducción, Miguel Vázquez #Moda

De Moda

Miguel Vázquez, modelo

José Paz

Lo bueno de tener claras las cosas tiene sus ventajas, pero sobre todo implica que te lleves menos disgustos. Miguel Vázquez, monfortino, es un poco la voz de la experiencia en esto de la moda gallega, a sus 43 años sigue pisando la arena, “el abuelo de las pasarela” como él en algún momento confiesa. Ha hecho un poco de todo en el oficio, o simplemente lo que le han dejado. La moda le ha dado mucho porque se lo ha currado, y además se ha divertido bastante, quizás también porque nunca se la ha tomado demasiado en serio, o simplemente en ella ha encontrado el instrumento necesario para conocer gente, viajar y superar ese “aspecto frívolo que a veces presenta”.

La cita con Miguel es en el hotel Nagari de Vigo, en un día de esos en los que literalmente caen chuzos de punta de la mañana a la noche, y la conducción por la A-52, ese nexo de unión entre ourensanos y vigueses, no resulta un asunto menor. Miguel es toda amabilidad y bonhomía, se agradece. La sesión la ejecutamos con rapidez, el escenario la condiciona y hasta nos aporta un punto zen de relax y buen rollito que el lugar transmite. Modelos como Miguel, con un toque de galán antiguo lleno de seducción, te permiten transitar sobre sendero seguro y garantizar un resultado que a poco que te esfuerces queda a la altura.

*Publicado en La Revista 11/11/2012

Los amantes de Abraham Lincoln #Iconos

ICONOS

Imagen: Abraham Lincoln

Autor: Alexander Gardner, 1865

     

                                            Alexander Gardner

    De la muerte del decimosexto presidente de los Estados Unidos, el republicano Abraham Lincoln, de semblante inconfundible por la ausencia de bigote en una barba bien criada, no hay ninguna duda. Quien presidiera el cruento período de la Guerra de Secesión  tuvo una muerte teatral –en el Teatro Ford- a manos de un secesionista convencido y actor, John Wilkes Booth, en un único disparo con una Deringer sobre su nuca. Eran las nueve de la noche cuando el presidente de la mano de su esposa Mary Todd Lincoln, con la que tuvo cuatro hijos, se incorporaron con retraso a un palco donde les esperaba el mayor Henry Rathbone y su novia Clara Harris, el espectáculo, donde se representaba “Our American Cousin”, de Tom Taylor, se detuvo durante unos instantes para ovacionar su llegada. Booth, el asesino, conocía los accesos al teatro y como actor, también el desarrollo de la obra, por eso aguardó a la segunda escena del primer acto donde surgía una de esas interpretaciones francas y populares que desataban las risas del respetable; el estruendo del público enmudeció el sonido de la bala. La fuga del magnicida quien al saltar desde el palco se enredó en una bandera con la espuela lo dejó colgando bocabajo sobre el escenario, acción que no desentonaba en principio con el espectáculo; consumó la fuga montado en un caballo que  tenía a las puertas del teatro.

   Los azares del la muerte de Lincoln son historia, y no dejan dudas ni misterio, algo que no ocurre con su azarosa vida sentimental. Sus biógrafos apuntan entresijos misteriosos, affaires sentimentales más allá de su querida esposa y otras damas de “ficción” en un momento en el que la homosexualidad no se contemplaba como tal. Hay quienes quisieron ver en sus supuestos aterrizajes de alcoba una escasez de camas, algo habitual en el XIX, incluso para un presidente. El caso es que, según a qué historiador se consulte aporta amplia visión del juego. Ya en 1926, Carl Sandburg, en su biografía “The Prairie Years” aludía a una relación con Joshua Speed, de quien se despedía en sus misivas con un afectivo “tuyo para siempre”, de tener “una vena de lavanda” o de “debilidad de violetas de mayo”, que en esa época era como apuntalar el carácter afeminado del presidente. Pero fue el activista gay y psicólogo Clarence Arthur Trip quien, después de un arduo trabajo, desmenuzó todas esas relaciones desde la juventud hasta la época de la presidencia. Desde Billy Greene, para quien, en referencia al presidente,  “sus muslos eran tan perfectos como puedan ser los de un humano”; pasando por Speed, el más intimo; el capitán David Derickson, con quien, según Trip, compartía lecho en las frecuentes ausencias de su esposa. En fin, que los republicanos también guardan otros enigmas por desvelar. 

*Publicado en La Revista 11/11/2012

Coca-Cola versus Pepsi

En columna

José Paz

La última vez que Obama ganó nosotros ya estábamos sumidos en esta jodida crisis de desesperación. Obama era la gran esperanza “blanca” de los europeos, qué decir de los españoles, el que iba a ayudarnos a sobrellevar nuestras particulares réplicas del tsunami de las surprimes y la quiebra de Lehman Brothers. Cuatro años después Obama – de nuestra situación ya no mentamos ni línea- vence de nuevo al “tonadillero” Romney, con claridad a pesar de los pronósticos, y nuevamente la campaña resuena en nosotros con una cobertura mediática que no sé si se la dispensarán mayor en Puerto Rico.

Nosotros quienes durante lustros ejercimos un antiamericanismo feroz, salvo con Aznar que comía la sopa en el mismo plato que Bush y elevaba los pies a la altura de las botas del tejano. Durante mucho tiempo los Estados Unidos simbolizaron en nosotros un sometimiento obsceno, más allá de los humillantes ecos por la guerra perdida en Cuba en 1898 y el pesimismo derivado. Americanas son las bombas perdidas en Palomares y el Meyba de Fraga en pleno broken arrow; el bienvenido Mister Marshall de Bardem y Berlanga; el convenio hispano-norteamericano del 53 de la mano de Eisenhower que alivió de la asfixia a Franco, que no del flagelo al personal, por practicar la contra al comunismo; las bases de Rota y Morón, que históricamente nos han hecho oscuros partícipes de sus ansias belicistas; el referéndum de la OTAN “de entrada no” que nos coló Felipe González con un Solana renuente, el griterío contra la visita de Reagan  todavía resuena en la hemeroteca. Desde tiempos de Nixon todos los presidentes norteamericanos han pasado por España, salvo el ansiado Obama, que nos agasajó con unas polémicas vacaciones de la primera dama y sus hijas.

En fin, de la victoria de Obama mejor quedarse con el ilusionante a la vez que inteligente “lo mejor está por llegar”.  

*Publicado en La Región 8/11/2012

En piel de otra, Sara Casasnovas #Moda

De Moda

Sara Casasnovas, 28 años, actriz

Sara Casasnovas.  José Paz

Sara Casasnovas se presenta menuda y próxima, con unos ojos tan vivos como ella; la ourensana es de las que se sincera a la primera mirada, algo muy de agradecer. El pelo corto le aporta mucha frescura y le da un punto de mujer traviesa, hoy es el que toca, “si por mi fuera me lo cortaría al cero” espeta de golpe como quien quiere desprenderse de una pesada carga.
Su trayecto vital es corto, el profesional –es bien evidente- se agiganta día a día, paso a paso. Cine, televisión, teatro. Acostumbra a dar cuerpo y alma a sus personajes, a disfrutar cuando éste está bien construido, a sufrir cuando lo que toca es tirar de oficio. Ejecutamos una sesión corta, con lo puesto, un unplugged en toda regla y a la carrera que es lo previsto y pautado, y a un servidor le gusta cumplir; hoy no dispongo otro papel para Sara que no sea el de dejarla ejercer el suyo, los suyos, casi nada y hoy nos regala uno pelín travieso. El resultado, qué les voya a contar, Sara queda “divina de la muerte” que diría un cursi.

*Publicado en La Revista 4/11/2012

“No vaya usted a enfriarse” #Iconos: Susana Estrada

Iconos

Foto: Enrique Tierno Galván y Susana Estrada, 1978
Autor: Marisa Florez

Enrique Tierno Galván y Susana Estrada, 1978, de Marisa Florez

Hay imágenes con historia y otras que son historia. Imágenes que dejan poso, o mejor, aportan algo de luz a la penumbra de este país acostumbrado a gozar durante años del claroscuro insinuante del recelo.  La transición fue un tiempo de malabaristas para instalar el olvido o la mirada hacia el horizonte en lo que dura un suspiro; periodo frágil y con la mirada puesta en dirección a Hendaya por si acaso. La transición olía a alcanfor y vaselina, y otros manejos cutres. Con el “Último tango en París” en el horizonte, visado privilegiado para  la modernidad sin ataduras, desde la primavera florida de la piel de toro, las soflamas intelectuales no agitaban otra bandera que la del sexo en sucio y los gritos de guerra de una madame a la altura de los tiempos, Susana Estrada.
Tiempos del menos es más, minimalismo mal entendido, en el que lo que se trataba era de proclamar el despelote, la mejor manera, antes y ahora, no nos vayamos a engañar, de descubrir el mundo. Nadiuska, Victoria Vera y la propia Susana fueron sacerdotisas de la modernidad, antesala de la otra gran “movida”. Su primera gran aportación a la caspa fue un espectáculo que respondía al evidente sobrenombre de “Historia del Strip-tease” en el que no dejaba territorio alguno por vislumbrar. No hay como dejarse de ambigüedades y contarlo todo a la primera de cambio. Susana Estrada fue una habitual de las revistas del género, del destape femenino para iluminar al otro sexo, que era el que se disponía a movilizar semejante barco. La chica lo enseñaba todo, en el Interviu y en la otra clásica del género, Lib; fue en Play Lady donde aplicó sus desvelos en un glorioso consultorio sexual que seguro sonrojaría a los teóricos expertos, que en tiempos le costó algún serio disgusto. Una chica sin complejos que ansiaba tocar todos los palos, “Gózame ya”https://www.youtube.com/watch?v=tszo0K1-CIY, “Quítate el sostén”, o el dueto “La Banana” con el insigne Paco Clavel no fueron hits musicales pero dieron mucho que hablar.
El culmen de su carrera, o al menos ese que servidor no olvidará, quiso hacer participe al bueno del profesor Tierno Galván, en la entrega de los premios del diario Pueblo, ella como galardonada y él como testigo impertérrito. Aquel frío catorce de febrero la chica no dudó en estar también a la altura de lo esperable y el consejo de Tierno, el le hubiéramos dado cualquiera de nosotros.

*Publicado en La Revista 4/10/2012

La mueca y el olvido… #Poesía

De poesía

El infierno no era destino,

la gloria se llamaba  ausencia,

y la sinrazón locura.

Nada de guarecerse al claroscuro del cielo,

a la luz de la modestia,

al azote del viento en el otoño.

Ni  gritar en el silencio

instalado en la mesa camilla de la vida,

al atardecer solitario en la alcoba nupcial.

Tampoco tenía ya complejos en desenmascarar su alma,

mostrar sus pechos de mujer en cuerpo hirsuto,

en una especie de ceremonia de extraño duelo.

Apenas quedaban ya esquinas para sobrellevar el misterio, .

ni  luz para superar el espanto cotidiano.

Hazme el amor –su último pensamiento- con esperanza,

 ilumina esos otros mundos

ajenos, esquivos a rabiar; 

y profundamente huecos.

Déjame caminar descalzo,

alcanzar la gloria en el ocaso.

Disparar salvas luminosas al infinito.

José Paz

Profecías de profetas #Galego

En Columna

José Paz

   Non sei que terá o oficio de ministro que cando non hai outras razóns obxectivas encoméndanse á Santísima Trindade para fundamentar razoamentos terreais. Pasoulle a Elena Salgado que disposta a carón dunha mesa padiola e a correspondente bola de cristal rematou por ver no fondo do precipicio uns brotes verdes espantosos que segundo ela reverdecían. Non son xigantes senón muíños de vento lle dicía infructuosamente o bo de Sancho ao cabaleiro da triste figura e benquerido amigo don Quixote. A Fátima Bañez tamén lle pide ese corpo serrano de ministra apelar a un inusitado dispendio de optimismo despois de humillar a este país cos peores datos de emprego que se puideran imaxinar, faino despois de aplicar un rabioso coitelo machete, léase reforma laboral, que de lonxe supuxo a mínima mellora. Un pensa que a ministra perdeu o tino e algo máis ou simplemente desexa provocar máis cabreo na tropa que xa vive literalmente na desesperanza froito de tanto desacerto. Tivo que refrescarlle a repentina quenta intelectual o Presidente da Xunta, Alberto Núñez, autoproclamado exento de pecado orixinal.

Este país que tan só ergueu visionarios para exercer corruptelas e afear a cara das institucións non foi quen de fabricar un líder de verdade, deses que ben asesorados apelan ao entusiasmo e ao traballo de equipo para implantar novos liderados. Cando o ex presidente Lula, no miolo da crise financeira e en previsión dunha caída do PIB que arrastrara á economía do país, non dubidou un instante en acudir ao Nadal do 2008 a demandar ao pobo brasileiro a espertar o consumo. Lula, que cando gobernaba non se librou da lacra da corrupción, pode presumir de ser quen de espantar a miseria e a pobreza de máis de corenta millóns de brasileiros. O liderado de Lula é incuestionable, hoxe -decimado por un cancro de larinxe- segue a traballar para que o goberno de Dilma Rousseff remate ben o seu mandato e lle mellore a vida aos brasileiros. As comparanzas son odiosas, un líder político cando está na oposición –aquí pasou- non pode alentar nin apelar á teoría do caos, porque hai certas profecías que se autocumplen.

*Publicado en La Región 1/11/2012