9 jul 2015

El secreto de Gustave Courbet #Iconos

Iconos

Imagen: Jo (La belle irlandaise), 1865-1866. Retrato de Joanna Hiffernan.
Autor: Gustave Courbet.

Joanna Hiffernan. 

Un secreto, oiga, detrás del cuadro más polémico y morboso de la historia del arte, “L'origine du monde” (1866), el del primer plano de un pubis femenino, así, sin preámbulos, cuan torrente de vida, está una mujer. Menuda adivinación, dirán. Lo que durante años era una suposición, que Gustave Courbet (Ornans, Francia, 1819 - La Tour de Peilz, Suiza, 1877), pintor realista de marcado compromiso político y apego a un naturalismo combativo, sobre todo en sus desnudos, encerraba también otras cuestiones, algún secreto de alcoba además de una sonada enemistad a partir de aquel lienzo. Hace ahora dos años, la publicación francesa Paris Match, se hacía eco de un hallazgo, el de un coleccionista que se había hecho en un anticuario con un retrato de mujer en una posición sospechosa de ser una continuación del cuadro de Courbet. Estudiosos del pintor -Jean-Jacques Fernier- avalaron la teoría, que la pieza firmada con las iniciales invertidas del pintor en el lóbulo de la mujer y la del pubis en el tronco de ésta fueran la misma.
 “Le Sommeil”, 1866. 

 El misterioso hallazgo no cambia la historia, aunque, tras el hecho, le pone rostro y revaloriza aún más la obra. Un lienzo cargado de polémica, que durante gran parte de su vida ha estado oculto, incluso cuando un psicoanalista como Lacan, uno de sus dueños, lo gozaba en propiedad; algo semejante ocurrió cuando, donada por sus herederos al fisco francés, fue depositada en el Museo d'Orsay donde también estuvo años oculto, y cuando se exhibió fue con protección. La protagonista sí que era quien se presuponía, una reconocida pelirroja, amante y modelo de James McNeill Whistler, Joanna Hiffernan, también de Courbet. Ambos, amigos, con una vinculación artistica notable entre ellos. En 1866, Whistler, tras un problema político y familiar se ahusenta durante meses con destino a Valparaiso (Chile), dejando a Joanna a cargo de sus cosas. La encomienda no resulta muy firme, la modelo recala en París, en brazos de Courbet y posando en cuadros como “Le Sommeil”, 1866, donde dos jóvenes desnudas descansan entrelazadas sobre las sábanas, una escena cargada de intenciones, De ese año también es “L'Origine du monde”, una escena al natural donde el pintor sólo tenía que girarse unos grados . Él también estaba descubriendo el mundo.

*Publicado en La Revista 9/07/2015

“L'Origine du monde”, 1866

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