David García Bragado, Oviedo, 42 años, promotor de imagen.
José Paz |
Hay expresiones sin vuelta, o eso parece. Cajón de sastre -uno imagina un escenario prolijo en utensilios y utilidades- es una de ellas, todo el terreno que la define es confusión, un territorio donde se presupone que todo es válido.
A David García Bragado, un caballero de los pies a la cabeza, lo del sastre le viene por vena, tanto que lo suyo es ordenar cualquier desorden premeditado. Dispone cada prenda con cuidado y mimo, con doctrina, lo suyo es puro estilo. Ingeniero de minas reconvertido, ha hecho de la moda de caballero una seña de identidad y de elegancia, y se dedica a predicarlo a los cuatro vientos. Como promotor, consultor de imagen y estilo, es un libro abierto, no hay detalles que puedan quedar fuera de juego; como tiene que ser. Viste con igual elegancia un traje caro que uno barato, y su filosofía en el vestir es simple, “el hombre tiene algo dentro, que hay que saber expresarlo”, esa es mi función.
Es simpático y un caudal expresivo sin tregua, con una voz solemne que te espabila aunque no quieras. La sesión, a las puertas del centro comercial donde presenta un libro. ¿Se imaginan sobre qué?
*Publicado en La Revista 11/05/2104
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