Ramón Quintas, 35 años, Maceda (Ourense), bombero.
José Paz |
Decía el poeta mexicano Amado Nervo que “Si vivir es soñar, hagamos el bien soñado”. En el periplo vital uno se llena de descartes como si la vida fuera una gran partida, que lo es, y elige, pero siempre le quedarán las dudas. A Ramón Quintas el sueño le llegó tarde, a destiempo, pero firme y con la intensidad del primer amor. Ramón es bombero, una profesión plena de disciplina y donde la convivencia es un ejercicio más, “si convivir en pareja es duro, imagínate hacerlo con 13 personas a la vez”. Pero se consigue, “es cuestión de ceder, cada uno un poco”; como la vida misma.
El de Maceda aún sigue pletórico, orgulloso de su reto conseguido y se nota, su sueño, al margen de su familia y su profesión, el boxeo le ha hecho mirar a sus 35 años por el retrovisor del tiempo. Aunque conoce cuáles son los límites que ya no están, igual que reconoce que la medalla de Belfast, en la competición entre bomberos y policías, es mérito suyo y de sus entrenadores, Míguez y Nóvoa. La sesión, a pie de ring, para que se reconozca; los sueños, en Estados Unidos 2015.
*Publicado en La Revista 19/10/2013
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