Aíd, rapera, 23 años, Vigo.
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| José Paz |
Uno que va por la vida sobrado de vueltas tenía en la mirada el semblante de aquellos raperos cargados de palabrería y estacazos al viento, como quien lanza improperios en forma de escupitajos sonoros que se le revuelven encima. El rap siempre ha estado atrincherado en los barrios del olvido esperando reivindicarse para hacerse sonoro y plástico, sometiéndose como todo a las modas y a los balanceos terrenales. Tipos duros, desconchados, incluso antisistema, aunque el término ahora lleve otros derroteros.
Desconocía, he de decirlo, el existir de Aíd, Aída Alonso, una chica de Valladares angelical y menuda que está ligada a la legión de entusiastas del rap que históricamente profesa la ciudad de Vigo. Reconozco que su rap es alegre, melódico y dulce como es ella misma; que su arte expande fronteras y gana adeptos entre nosotros. Su música suena y suena, al mismo ritmo que su flequillo ondulado a merced del viento y siguiendo los estribillos marcados por una voz cargada de elegancias y fraseos con querencia soul y de todas las músicas posibles, como ella insiste en señalar. Uno que la imaginaba agreste y curtida en las mil batallas de la vida la recibe académica y sensual en un vestido diseñado para jalonar las melodías. Por eso después de todo, la sesión ya no es lo mismo. Aíd es Aíd, con mucha identidad y un buen momento. Suerte.
*Publicado en La Revista 9/06/2013
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