Foto: "Los lunes al sol", 2002
Imagen: Luis Tosar y Javier Bardén
Director: Fernando León de Aranoa
Quien tiene mucho tiempo libre lo mata a cañonazos. En medio de esta realidad de trinchera, de liquidación y de regreso al medioevo, el desempleo es más que el azote previsible al bienestar de la sociedad contemporánea, una pandemia a la construcción de cualquier proyecto colectivo. Una sociedad se desmorona cuando es incapaz de velar por el futuro de sus individuos, cuando las desigualdades matan y parte de ella autoinmola su esperanza. El desempleo es un naufragio, de lo colectivo en lo individual, por personal e intransferible.
Se cumplen diez años de una película clave del cine español que explora desde lo individual tan espinoso tema, y lo hace con una maestría y un tempo narrativo tan particular que consigue que palpites, que sientas como propia la realidad de estos héroes de asfalto de una de las múltiples reconversiones que ha vivido el sector naval. La película transcurre en Vigo, la ciudad industrial por naturaleza, marco perfecto para que Fernado León de Aranoa inserte una especie de conciencia de clase en unos personajes armados de credibilidad. En Los "Lunes al sol" https://www.youtube.com/watch?v=H8aVuM62ng0 el naufragio va más alla del sector naval -originalmente estaba escrita e inspirada en el conflicto del naval gijonés- como sector industrial, relata la pérdida de esperanza en un futuro para los hijos de quienes patean las calles y se aferran a lucha asamblearia. En el territorio de la desesperanza no hay tregua, salvo en el bar, el refugio donde el alcohol ayuda a superar el doloroso navegar de lo cotidiano.
La película tiene su punto de subversiva, de relato transgresor de conductas, como esos momentos en los que Barden, Santa, se toma por su cuenta sus particulares acciones de venganza, y que el propio director ha comentado en alguna ocasión, que no eran de su cosecha, que estaban inspiradas en las asociaciones de chomeurs franceses cuando reclamaban para sí la gratuidad de unos servicios como el metro, con acciones lúdicas y combativas que tenían lugar los jueves. En la película de "Los Lunes al sol" hay mucho drama de fondo, mucha marejada social, atmósfera de una realidad paralela que no tiene tregua con los afectados. No es una película contra nadie en particular, por eso es atemporal, de rabiosa actualidad por la efeméride de su primera década de historia y porque el drama sigue insoportablemente presente.
*Publicado en La Revista 28/10/2012
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