ENFOQUE. Miss Lacè
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| José Paz |
El burlesque es tan antiguo como el vivir. Burlesque viene de burla, y la burla ya se sabe, una buena manera de ridiculizar y desdramatizar los rigores de la vida. Existe un burlesque musical, próximo al Music Hall, al cabaret, pero lo hay también dramático y literario, ya en el S-XVI Cervantes se mofaba de la épica de los romances medievales a base de parodia y exageración. El neo-burlesque divertido, y picarón tan de moda desde que Dita Von Teese nos enseñara sus encantos es la actualización de los espectáculos itinerantes del oeste americano, de los freak shows, de los conocidos vendedores de ungüentos, envueltos eso sí entre plumas, corsés y vestidos vintage; en un contexto erótico y con una base sonora orquestada adecuada para practicar un striptease inocente y paródico, noctámbulo pero siempre desenfadado y divertido, demostrando una vez más que saber quitarse la ropa no está al alcance de cualquiera.
Cecilia Vázquez, Miss Lacè, nuestra Betty Page particular, es una joven viguesa que, después de estudiar arte dramático, prefirió especializarse y desligarse de las rigideces del guión para cargarse de plumas, boas y mucha picardía en la particular parodia de desnudarse con mucho arte, sin malinterpretarme, que en el burlesque reinarán poderosas pezoneras. A las fotos le damos sobre todo imaginación, circunstancias mandan, la sesión tiene lugar en la tienda de tatuajes que el compañero de Cecilia dispone en el Casco Antiguo vigués, que si bien no es muy amplio es de agradecer el amplio atrezzo puesto a nuestra disposición para acompañar las tomas.
*Publicado en La Revista 6/05/2012
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