En la otra orilla de la
vida hay esperanza. A Zé maría lo encontré un día anclado debajo de un puente;
de su velamen poco quedaba, de su cuerpo escueto casi nada .En la otra orilla
de la vida hay esperanza, dicen; eso creo.
En el reflejo especular
del río dejo fluir los pensamientos entre los ocres y el cielo plomizo que
amenaza. La esperanza es aquí un destello entre el paisaje entrecortado. Zé
María cedió su embarcación al destino igual que alojó su libertad en el rincón
de un viejo sueño. Y dicen: en la otra orilla de la vida hay esperanza.
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