20 abr 2014

Con la cruz a cuestas #Iconos #Gabriel Harrison.

Iconos

Imagen:  “The Infant Saviour Bearing the Cross”, 1850.
Autor: Gabriel Harrison.

Gabriel Harrison
 No hay demasiados fotógrafos que se hayan enfrentado a la religión con un propósito representativo, sí, sin embargo, son más frecuentes quienes se han apropiado de la simbología religiosa -muy potente en sí misma- para trocar el mensaje o expresar directamente la crítica política o contraria a la institución cristiana.
Al hilo del decimonónico debate de si la fotografía era un asistente de la memoria o una expresión artística en sí misma, muchos fotógrafos optaron por una visión continuista de la pintura. No era extraño, en el nacimiento de la técnica de la fotografía, representar a través de ésta escenas teatralizadas y fotografías que representasen escenas bíblicas, reminiscencias de las ya vividas en el arte en general desde la época del Renacimiento.
La cruz, es un símbolo cargado de connotaciones, expresión máxima del sufrimiento y de la vuelta a la vida, en un episodio clave para la cristiandad. Hasta la aparición de corrientes críticas -el darwinismo- nadie planteaba ningún mensaje ambivalente con respecto a lo que se podía argumentar a través de las voces del púlpito. Los fotógrafos pictorialistas guiaron sus preceptos paralelos a los pintores impresionistas, potenciando cualidades expresivas y sugerentes, con la mezcla de elementos reales y artificiales. Composiciones perfectas, ancladas en la sencillez, con preferencias narrativas y un efecto de suavidad y supresión de detalles. Los precursores del arte fotográfico de corte religioso, se apoyaron en una técnica muy precisa para la elaboración de unas imágenes tan devotas como las que hasta entonces habían salido de las manos de los pintores.
La crucifixión en el arte contemporáneo ha sido tema de lo más recurrente, y no siempre con propósitos de corrección; nombres como Andrés Serrano o Leo Ferrari han dado muestras evidentes. Otras imágenes empleadas, la Piedad o la Sagrada Cena, han sido muy utilizadas por su potencia y contenido fácil de interpretar. 
De los orígenes, una imagen sencilla y luminosa, de 1850, “The Infant Saviour Bearing the Cross”, del fotógrafo americano Gabriel Harrison (1818-1902). Una imagen sin más elementos que un infante portando la cruz con un cortinón a modo de vestimenta. Nada más poderosa.

*Publicado en La Revsita 20/04/2014

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