9 mar 2014

Dar el salto #Iconos#Philippe Halsman

Iconos

Imagen: Grace Kelly
Autor: Philippe Halsman

 
Grace Kelly


 Los niños y los borrachos nunca mienten. Seguro que no. En el 23-F, el de 1981, tan sólo dos de sus señorías se quedaron de pie santiguados por las balas del ilustre Tejero, uno, Gutiérrez Mellado, militar recto como un palo; el otro, Adolfo Suárez, quien seguro sabía lo que había. La denominada hora de la verdad define a todos. Recientemente Miguel Blesa, el otrora poderoso banquero de Caja Madrid, no dudó en declaración ante el juez de que “los preferentistas serán jubilados pero no ignorantes”, demostrando una vez más, que son esos momentos, los de las grandes ocasiones, aunque surjan delante de un juez, los que  definen a los protagonistas de la historia, aunque el banquero y su consejo de administración ya se habían retratado hacía mucho tiempo.
  Hay trucos para mostrarse natural, sin tapujos, las grabaciones tan de moda han dejado sin disfraz a más de un político que se las prometía tiesas; el último, Sarkozy, en unas cintas difundidas por quien fuera fiel consejero, Patrick Buisson, que le reflejan abordando temas pecuniarios con su sacrosanta esposa Carla Bruni, al igual que muchos mortales. La indiscreción de los micrófonos abiertos ha dado numerosos disgustos al personal de la vida pública.
  Mucho más sutiles y más creativas fueron las imágenes de Philippe Halsman (1906, Riga-New York,1979), un letón de origen judío quien en su exilio norteamericano estuvo en contacto en los años 40-50 con la mayoría de las celebridades del momento. Bajo su rúbrica quedaron las 101 portadas para la revista Life, siempre bajo el paraguas del retrato fotográfico y las fotos de moda. Ideó un estilo inconfundible a la par que infalible, el denominado “jumpology”, que ponía en práctica después de fotografiar cada uno de los encargos, a quienes hacía saltar sin importar la edad, ni el estatus de los presentes. El duque y la duquesa de Windsor, Richard Nixon, Marilyn Monroe, Audrey Hepburn, Groucho Marx, Bob Hope, Eduard Steichen, Dalí, a quien inmortalizó en un gran número de ocasiones de la manera más creativa. “Cuando le propones a una persona que salte -decía- su atención se dirige sobre todo al salto, dejando que la máscara se caiga y aparezca la persona real”. Los saltos de Halsman han creado escuela, los de otros, sonrojo. 

*Publicado en La Revista 9/03/2014

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