12 ene 2014

Irreverencias sobre papel #Iconos#Raymond Pettibon

Iconos

Autor: Raymond Pettibon
Raymond Pettibon


 un dibujo puede llegar a ser más certero que una potente bomba cargada de maldad, los de Raymond Pettibon (1957, Tucson, Estados Unidos) lo son. La sagacidad de una mirada mordaz, satírica alcanzó históricamente también a otros portentos del arte ilustrado, Goya, Doré o Daumier, a los que el norteamericano tuvo con seguridad en consideración en algún momento, igual que a las amplias corrientes de dibujantes de cómic, hasta que a mediados de los ochenta, cuando se congratuló con los medios expositivos y su obra se cargó de razones, ironía, sarcasmo, sentido trágico de la vida y la ambigüedad necesaria para horadar también las paredes del arte.
 La inspiración le alcanza a Pettibon, con los mismos elementos que cimentan el edificio de la cultura norteamericana, que nos guste o no es la de todos: la televisión, las ficciones de Hollywood, la música, la literatura, el underground cultural; con una particularidad, donde no alcanza la imagen dibujada, el texto que él inserta en cada uno de ellos acaba por provocar el estruendo definitivo. Héroes del surf sorteando las olas -desde niño reside en Los Ángeles-, del beisbol -Pettibon, es el apelativo de un jugador-, del boxeo; personajes ilustrados como Gumby o Vavoom, aquel que, salido de la serie de dibujos animados Félix y el gato no sabía pronunciar otra palabra más allá de su propio nombre.
Él es hijo de una generación, la que creció contraria al belicismo de la guerra de Vietnam, la de la revolución sexual y la de las drogas como experimentación creativa, y así lo refleja en un mundo de ficción paralelo, lleno de meandros implacables y combatientes, en los que reina la ironía y las visiones ingratas que han acabado por consolidarlo en un escenario, el del arte, tan alejado del particular e íntimo mundillo del cómic, entre otras cuestiones, porque el dibujo ha ejercido de contrapunto necesario, por su versatilidad y su facilidad para exponerlo, frente a las grandes producciones imperantes en los museos a lo largo de las últimas décadas.
 Pettibon dota al dibujo de una mirada fresca, rabiosa, con gran sensibilidad para sumergirse en los temas que llegan, aquellos surgidos de la cultura de masas, y dotarlos de una irreverencia que llega y agrada.

*Publicado en La Revista 12/01/2014

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