9 dic 2013

Los vicios de un monarca #Iconos#Alfonso XIII #Erotismo

Iconos

Imagen: "El confesor", 1920. Una de las películas "producida" por el monarca Alfonso XIII.
Autores: Ricardo y Ramón Baños.

"El Confesor", 1920

 Alfonso XIII era reconocible por su refinado mostacho y sus piernas de alambre. Pionero en la práctica del golf, demostró muchas habilidades para mantenerser en el poder, y mira que vivió  momentos convulsos, la Semana Trágica, el Desastre de Annual; sin olvidar los insalvables problemas políticos, así como la mala situación de las clases populares. Ante la ingobernabilidad política se encomendó a Primo de Rivera para que tras un golpe militar formara gobierno; con igual oportunismo que tras el alzamiento franquista se declaró -desde el exilio- “falangista de primera hora”, por si le restauraban los privilegios que la República le había negado. Franco le negaría la mayor, aunque anuló la derogación regia republicana, no estaba por la labor de compartir el poder con nadie; el monarca, entonces, renunciaría en favor de su hijo Juan.
  Alfonso XIII como rey, gozó de una vida privilegiada y algunos vicios de clase, los relató el historiador Román Gubern hace unos años. En aquellos conflictivos años 20, el monarca, dada su afición al artisteo, recibe a Anita Loos, afamada guionista de "Los caballeros las prefieren rubias". En medio de la conversación el rey le pregunta por un actor, Fatty Arbuckle, estrella del cine cómico. El actor en cuestión, en 1921, se vió inmerso en una orgía muy común -segun parece- al Hollywood de la época, fue acusado de la violación de una starlet, Virginia Rappe, con una botella de champán; ella murió a los dos días. De la acusación salió indemne, aunque su carrera no prosperó. Loos le cuenta todo esto al monarca, y éste le contesta: “Que mala suerte, si eso le puede pasar a cualquiera”. El relato, y el retrato, así queda recogido por Loos en sus memorias, "Adiós a Hollywood con un beso”.
  Aficionado al erotismo, el monarca encargó al Conde de Romanones la producción de varias películas pornográficas, “El confesor", “El ministro”, “Consultorio de señoras”, son las que se conservan, Franco -más retraído- no compartía la visión de un monarca pornógrafo. Las películas las dirigieron en Barcelona a lo largo de aquella década Ricardo y Ramón Baños. Alfonso XIII, al margen del encargo, aportaba ideas para el guión. Hoy se conservan en el Museu de L'Eròtica de Barcelona.

*Publicado en La Revista 8/12/2013

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