Foto: Frank Sinatra y Lucky Luciano.
Lo que más impresiona del Hotel Nacional de La Habana no es su arquitectura, y eso que apabulla, sino el elenco de ilustres que deambularon por allí, son las imágenes de numerosos mafiosos, entre los que se encuentra el capo de todos los capos, Lucky Luciano, que en 1947 juntó en su refugio a toda la troupe mafiosa, a imagen y semejanza de otra celebrada en Chicago en 1932. Allí llegaron Santo Traficante de Florida, Carlos marcello de Nueva Orleáns, Tony Acardo y Charlie Gatillo Fácil de Chicago, Frank Costello, Giuseppe Maglioco y Willie Moretti de Nueva York; así hasta una docena, y todos controlados por el FBI. Junto a ellos un crooner de excepción, Frank Sinatra, el orgullo de los italoamericanos, llegado a iniciativa de Luciano. Lo cuenta Shawn Levy, en “The Rat Pack”. Otros apuntan que Sinatra acudió al encuentro con 3,5 millones de dólares en billetes de 50, con los que ayudó a que el capo construyera su imperio cubano. “Sinatra fue interceptado en un control de rutina en la aduana y fue obligado a abrir el maletín en el que ocultaba el dinero”, lo escriben Anthony Summers y Robbyn Swan, en “The life”, una biografía sobre el cantante. Según su relato, “La multitud, empezó a rodearlo y a empujarlo en cuanto fue reconocido”, acción que hizo que el agente aduanero –demasiado peliculero- le dejara pasar ignorando la maleta.
Sinatra tuvo numerosos encuentros con el hampa, ellos controlaban los clubs más sonados y relacionaban a promotores y cantantes; natural de Hoboken, uno de los barrios más humildes de Nueva Jersey, allí la convivencia entre mafiosos y otros ciudadanos era la norma; para medrar, más en el negocio de la música, era necesario tratar con la mafia; sin olvidar que Luciano y Los abuelos de Sinatra eran de Lercara Friddi, en Sicilia.
Innumerables historias relacionan al crooner con la mafia, la más narrada, el encuentro de Sinatra con el escritor Mario Puzo en un restaurante de Nueva York, al cantante no le había gustado nada el perfil de Johnny Fontaine, el personaje de El Padrino que supuestamente se inspiraba en el crooner. “Eres una mierda..”, le gritó el cantante puesto en pie mientras Puzo impávido comía un jugoso entrecot. Lo que no sabía es que Sinatra llevaba un revolver en la chaqueta.
*Publicado en La Revista 25/08/2013
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