28 dic 2012

En trazo grueso


En Columna





José Paz


A golpe de almanaque sorteamos el día oficioso señalado para las inocentadas y nos quedamos tan panchos, entre otras porque de nuevas sorprendentes –y no me refiero al bosón de Higgs- andamos bien servidos en el año cero de las ya permanentes. Partiendo desde las cajas, que ya nos son cajas ni bancos ni nada, a la Pokemon, que seguro no es un juego de niños. En lo segundo se pronunciará la justicia, de lo otro no responde ni Dios, ni siquiera a la gallega. Qué guasa más fea. Para inocentada la del rescate, que no llega pero pende sobre nuestra testa cuan Felix Baumgartner de la vida con la amarga condicional en la mano; los desahucios, que alejan a la peña del bajocubierto; la deuda, que genera más intereses deudores; de la Constitución, que ni nos une y menos se cumple; de la Cataluña apresurada y herida que lanza cortina de humo; la de la promesa del empleo de otros tiempos, digamos que andan en ello; de la justicia, sanidad y educación se ruega consultar hemerotecas. Año menguante para los españoles en todo, me imagino que en breve la talla del personal retornará al sitio que corresponde merced al PIB, serrándonos las camas y los ataúdes para achicar todo ese espacio sobrante y privilegiado que no nos corresponde. Con ataúdes a la gallega, para una comunidad gallego menguante en lo uno y en lo otro..
La crisis nos librará del estado de bienestar como eufemismo reduciéndolo a la mínima expresión o evocará a su antónimo, privatizando lo privatizable, todo no, las partes susceptibles de revertir en caja. Quizás en esta realidad de gestión de las apariencias, en el que nada es lo que parece, no vivamos ninguna inocentada más. (subida luz, transporte, teléfono). 

*Publicado en el periódico La Región 29/12/2012 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Envolturas de silencio

E l invierno envuelve cada rama entrelazadas entre sí por el frío y la niebla que lo atrapa todo en un escenario de aventura. Todo es ...