7 jul 2012

Camarón, potro de rabia y miel # Iconos


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Imagen: José Monge Cruz, Camarón
Autor: EFE

Camarón, EFE


 Decía el productor Ricardo Pachón que Camarón,después de grabar “La leyenda del tiempo”, 1979, al ver las reacciones contrarias de los aficionados le insinuó, “el próximo disco de guitarrita y palmas”. Un disco de riesgo tiene esas cosas, más en una música de raíz; hoy es un clásico en la discografía flamenca, en su día una aventura sin guías.
  Veinte años después de su muerte la leyenda del de San Fernando es más grande si cabe, y ahora no sólo para los gitanos y flamencos. Por el camino, el flamenco se ha convertido en  patrimonio de la humanidad, él seguro algo ha tenido que ver.
  Seguiriyas, tangos, soleares, fandangos, bulerías, tarantos, canciones populares –la inolvidable Tarara- la baraja estilística del maestro fue infinita. La carrera de José Monge Cruz, Camarón, fue breve pero intensa, y no es una frase hecha. De la fragua de su padre a la Venta de Vargas, de la Venta a Madrid y de Madrid al cielo, sus quejíos y sentido del compás son únicos. Compartió escenarios mayúsculos con los rockeros de turno y estrellas del jazz, cuando sobre su arte y su vida reinaba ya por desgracia la heroína, cuando ya le costaba ser el mismo. Ya era un mito, un músico que hacía fácil lo más difícil, y con el beneplácito de público y crítica. La voz doliente del músico encandiló a todos, primero con Paco de Lucía y su padre, Antonio Sánchez Pecino, como tutor y productor;  después con Tomatito y Ricardo Pachón en la producción. Camarón era un entusiasta de su arte, un etnógrafo incansable capaz de recorrer la geografía al enterarse que en alguna parte de la geografía alguien conservaba un cante, se encerraba con él el tiempo que hiciera falta, lo guardaba con mimo y lo incorporaba a su producción. Hoy es un mito, en su San Fernando natal, siempre fue un dios. Su imagen de gitano blanco, su barba desplegada y su melena al viento resultan inconfundibles. Un dominador de la afinación y sentido del compás único, con ánimo de superarse y renovar a su manera, que supo ver más lejos. Su obra musical es inmensa, en todos los palos, desde los más festivos a los más serios, desde la comunión con lo clásico a lo rompedor del nuevo flamenco con batería y guitarra eléctrica. Camarón fue un adelantado del flamenco que hizo por el flamenco una revolución y que esta música universal esperaba por él.

*Publicado en La Revista 8/07/2012


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