Una charla con Andrés Trapiello es como
someterse a los deseos de un hipnotizador. Sus frases son como bálsamos que él
va deslizando con suavidad, huyendo de lo obvio y sumando intriga a cada nueva
entrega. Ayer dentro del Foro La
Región quiso hacer justicia sobre uno de esos autores bien queridos
por estas tierras, o tan querido como o odiado por vicisitudes bien distintas a
la literatura y que nos retrotraen a momentos carentes de luz, en los que la
imposición cabalgaba sobre la cordura sin ningún intento de equilibrio. Habló
de Vicente Risco y su “Libro de las horas”, un autor erudito y prolijo que se
significó en la escritura en periódicos con esa serie de artículos atemporales
y exquisitos cargados de vida y añoranza.
Andrés Trapiello nos recordó también cómo
en sus años iniciáticos en las lides literarias (1982) echaba en falta a
ciertos autores que por cuestiones políticas habían caído en desgracia y sobre
los que él pretendía ejercer cierta justicia. Nombres de valía notable habían
sido ignorados en aquellos tiempos de la transición, Pla, Cunqueiro, Dieste,
Risco, Ruano, Risco, Torrente Ballester. Todos formaban parte de aquel grupo, y cuyo único delito era
el haber comulgado alimenticiamente, como tantos otros, con el régimen
fascista. En su ánimo estaba el establecer una historia de la literatura real,
y no sesgada como la que se había llevado a cabo.
“Lo que se sabe sentir se sabe decir”con
esta máxima cervantina Trapiello se adentró en el grueso de su conferencia y
motivo de su charla, el periodismo literario, por otro lado, causa común en los
autores que él sacó del ostracismo. ¿Qué es el periodismo literario? Es sabido que el periodismo avillana el
estilo, por la urgencia, por el trabajo… Para trapiello el periodismo es esa
pequeña parcela que resta como un islote en los periódicos, espacios destinados
a la reflexión y el pensamiento de la realidad y en el que la mayoría de los
lectores hacen causa común, porque interesa a la mayoría. Comúnmente tratan
temas de actualidad pero son sobre todo atemporales, porque mientras el
periodismo versa, según Trapiello, sobre hechos visibles, el periodismo
literario lo hace sobre acontecimientos invisibles. Pero sobre todo, y para
rematar, dos cuestiones concretas, que el periodismo literario ha de erigirse
sobre un pensamiento poético y que, a buen seguro, si estos autores sobre los que él ha sopesado
su valía, incluido el propio Risco, ejercieran en la actualidad, seguro que
harían uso del blog para expresar sus pensamientos.
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