2 abr 2015

Thonet nº 14, una silla de altura #Iconos #La Revista

Iconos
Diseño: Thonet nº 14
AutorMichael Thonet

 J. Reynolds haciendo equilibrios sobre una silla Thonet nº 14 en la Novena Avenida de Nueva York, en los años 30.
 Hay objetos que lo tienen todo. Belleza, practicidad, sencillez; piezas que enamoran por sus curvas, perdón, por sus líneas curvadas, una de sus aportaciones. Clásicos del diseño porque han compartido nuestros sueños. La silla nº 14 de Thonet, creada por Michael Thonet (Boppard, Alemania, 1796-Viena, 1871) es casi imposible que no haya soportado en algún momento nuestro descanso, la original, de la que desde su creación en 1859 hasta 1930 se habían vendido más de 50 millones de muestras, o una de las infinitas reproducciones.
Thonet, un constructor de muebles e industrial, pionero del diseño en curvado ( en 1841 obtuvo una primera patente para el doblado en caliente de la madera) a partir de moldes, baños de vapor y prensas de bronce, en los que sometía la madera de haya de manera para obtener una estructura homogénea y seriada; una vez completada la fase de enfriamiento y retirados los moldes, la madera se presentaba lista en las distintas piezas correspondientes al modelo, de las que tan sólo quedaba un sencillo proceso de ensamblaje. Eran seis piezas en madera y otras seis metálicas, que facilitaban el transporte. En la imagen promocional de la época se puede ver un mecano de piezas sueltas a construir dentro de un habitáculo cuadrado. En un metro cuadrado encajaban a la perfección 36 sillas dispuestas a montar en destino. En 1859 Thonet, un innovador y creativo hijo de carpintero se estaba adelantando 100 años al hoy reconocido modelo Ikea, abaratando con su invento los costes de producción y el transporte de sus sillas que después serían montadas sin complicaciones en destino sin tener que recurrir a profesionales.

Madonna y Louis Vuitton, por Steven Meisel.
La pieza fue una revolución formal y técnica, “nunca se ha creado nada mejor en en cuanto a elegancia en la concepción, pericia en el ejercicio y eficacia”, diría Le Corbusier. y es que tiene todo aquello que se le pudiera pedir a un gran invento de diseño, es una pieza ligera, ergonómica, sencilla y además, en tiempos muy económica, decían que por el coste de una botella de vino te hacías con una, esa razón, junto a un diseño que no cansa, hace de la silla Thonet un clásico que perdura y a la vez es moderno. Para muestra la campaña Louis Vuitton y Madonna, d seductora a rabiar sobre una de ellas.

*Publicado en La Revista 2/04/2015

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