Quede claro que todas las horas cuentan incluso las que malgastamos. La
vida es como el tránsito entre dos relojes, uno chiquito y amable que nos recibe, y otro grande e implacable que nos anunciará el final. Por nuestra memoria transitan todo tipo de horas ya vividas y el anhelo de revivirnos en algunas de ellas, como si eso sirviera de algo, también están aquellas otras que proyectamos al futuro olvidándonos de la hora más importante, la que usted y yo estamos disfrutando
José Paz |
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