El invierno envuelve cada
rama entrelazadas entre sí por el frío y la niebla que lo atrapa todo en un
escenario de aventura. Todo es silencio en este bosque sentimental, desde el
tronco a cada rama que se extiende como reivindicando su figura. Uno se plantea
como subsistir en medio de tanta desnudez, y así ocurre cada año, cada árbol se
resiste al despojo hasta el último momento pero el final resulta inevitable.
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